Paradojicamente.

Permítanme celebrar, que esta es la última oportunidad que tengo para sentirlo de nuevo. Pero ahora que recuerdo, me rompieron el corazón y ya no puedo sentir nada.
Cuando dice que me quiere suena tan falso, que no puede convencerce ni él mismo e incluso escucho la voz de otra persona.
Hay lágrimas que trato de mantener, pero no puedo, duele demasiado. Trato de perdonar, pero no puedo y no es suficiente para calmar mi desesperación. No puedes decir todo lo que tu corazón no quiere sentir, no te puedo decir algo que no es real.
Dos interrogantes:
¿Como puedo pedirte más, cuando me piensas menos que antes?
¿Qué estamos haciendo?
Una respuesta:
Nos estamos convirtiendo en el polvo, reproducción de las ruinas de la casa que siempre proyectamos y hoy se confunden con la nada.
Abatido, me amarro de los recuerdos que alguna vez me hicieron sentir distinto, y diferente al resto.