NADIE

Dormir del lado derecho en una cama de dos plazas cuando podría posicionarme en el centro de ella, revisar mi celular cada 15 minutos sin tener respuesta alguna, creer que alguna brisa del viento es tu respiración que recorre la periferia de todo mi cuello, planificar salidas con nadie, pensar a nadie, extrañar a nadie.
Síntomas que mi salud mental estará a punto que quebrantarse?, o que alcance la madurez mental suficiente como para comenzar mi vida con vos?, no lo sé.
Digo NADIE, porque al día de la fecha no se si metabolizas, si fuiste engendrado alguna vez, si existís, o tal vez te conozca… soy de los que considera que en la vida hay personas destinadas a estar solas y otras a estar acompañadas; hasta el momento el destino me afianzo vitaliciamente a la primera élite.
Pero porque? Quizás mi rol en este mundo sea otro, como cuidar de mis amigos, hacer odontología solidaria, o formar parte de algún grupo hippie en contra de la deforestación de algún bosque misionero. Por momentos está bueno, pero por lo general no.
Alguna vez alguien me dijo “el camino de la vida no es para nada fácil, pero se le simplifica cuando estas acompañado”, y cada día que pasa me fidelizo y le amago a esa frase tan paradójica.
Ya no quiero equivocarme más, ni que el lado izquierdo de mi cama siga frío, de nada vale.